La tendencia a terminar obras en homenaje a determinadas fechas se ha convertido en una constante en toda Cuba, de la cual no escapa Ciego de Ávila.
En realidad, los hechos históricos y la recordación de figuras claves del país constituyen una motivación valedera, y no está de más que se les rinda tributo con acciones en beneficio del pueblo. Pero contrastan con ese propósito faenas que, en determinadas circunstancias, no se hacen como corresponde, con terminaciones distantes de las necesidades y sin cumplir el cometido para el que fueron destinadas.
Para que esos momentos no se repitan, en la provincia se han adoptado decisiones para que la premura no lastre el confort de los beneficiados con las construcciones renovadas o las de estreno.
Mucho se hubiera ganado en diciembre último con la entrega de las llaves a los moradores del edificio destinado a damnificados de Júcaro por el huracán Irma, quienes, en la comunidad Ramón Domínguez de la Peña, conocida como el Macizo Cañero, tendrán cómodos apartamentos.
Algunos detalles impidieron que el suceso aconteciera. Nada justo sería que los favorecidos llegaran a sus casas sin agua, con dificultades en puertas, ventanas u otros recursos que bastante escasos han estado.
Algo parecido acontece en el consejo popular chambero de Máximo Gómez, donde se aprecia el avance en su recuperación, pero, entre otros elementos, la madera no ha sido suficiente, y por tanto, el número de viviendas recuperadas tras el paso del huracán Irma estuvo por debajo de lo esperado.
Otros que ya tienen en sus manos las llaves de sus moradas, en las petrocasas moronenses, no cubrieron la expectativa de esperar el nuevo año en su nuevo reparto. Faltaban conexiones hidrosanitarias y en esas condiciones era evidente la espera.
Muchas de estas situaciones surgen por demoras con el suministro de una parte de los recursos, hecho que se combina en la mayoría de los casos con la falta de personal calificado para acometer las diversas especialidades que amerita una edificación.
Con esos vaivenes por los que transita el proceso inversionista, miles de avileños han sentido en carne propia la incomodidad de no tener a tiempo su hogar. No obstante, de las malas experiencias apreciadas en períodos anteriores queda la enseñanza de que lo vital radica en hacer trabajos perdurables.
Según se establece en cada proceso constructivo, las obras deben certificarse por una comisión que avala su calidad, sin embargo, la práctica demuestra que su funcionamiento no siempre es acertado.
Ejemplos abundan, sobre todo en edificios multifamiliares resentidos por grietas en sus paredes, filtraciones en las cubiertas, pisos con desniveles y pintura de muy mala calidad que se destiñe cuando la lluvia arrecia.
Dichos males no son exclusivos de la construcción de casas, sino que se extienden a varias instituciones. Por ejemplo, el Hospital Universitario Dr. Antonio Luaces Iraola lleva unas tres décadas en proceso de renovación pero no todas las faenas han sido con la terminación requerida.
LABORA EMPRESA CONAVIL EN AMPLIACIÓN DE HOSPITAL DE CIEGO DE ÁVILA La Empresa de Construcción y Montaje (CONAVIL) de...
Posted by El constructor cubano on Wednesday, November 28, 2018
En nuestro propio ámbito de los medios de comunicación, poco halagüeño ha sido el nuevo local de la emisora Radio Surco, cuyo repello presenta un serio deterioro y la madera empleada no era la adecuada, entre otros detalles.
Parte considerable de las dificultades se hubiesen evitado si, durante los procesos constructivos, tanto los futuros moradores de las viviendas como los representantes de las entidades, hubiesen tenido una participación más activa y con más poder de decisión para exigir calidad.
Vivimos en medio de carencias materiales y de fuerza capacitada para buenas ejecuciones. Ante esas adversidades, el mejor camino indica la supervisión directa, aprender de construcción en el caso de los neófitos en esas faenas y exigirles a los responsables por una entrega de cada obra en el plazo establecido, y a la vez, con la garantía de satisfacer el propósito para el cual se concibió.
A mi me parece bien eso de no otorgarles la vivienda hasta que todo esté bien, porque aquí en nuestro país hemos hecho una lucha histórica por la cantidad y la premura y todo eso atenta en contra de la calidad.
Si un país es pobre, debería cuidar mucho los pocos recursos con que cuenta.