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Cáncer de mama en perras: síntomas, diagnóstico y tratamiento

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Los tumores mamarios son unos bultos o masas que aparecen en las mamas de los perros. Es el tipo de tumor canino más frecuente y aparece en torno al 16 % de las perras.[1] Su detección precoz y la aplicación rápida de un tratamiento son fundamentales para evitar el desarrollo de cáncer de mama en perros. Si quieres saber cómo detectarlo, no te pierdas este artículo.

 

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Qué es el cáncer de mama

 

Las neoplasias o tumores mamarios en perros se originan cuando una o varias células de las mamas comienzan a multiplicarse sin control, presionando al resto de mamas y a los tejidos circundantes. Puede aparecer como una masa solitaria o, con mayor frecuencia, como múltiples lesiones. Son más comunes en las mamas inguinales y abdominales.

 

Con el paso del tiempo, estas células anormales pueden salir de las mamas, migrando a otros tejidos, como los nódulos linfáticos de la ingle y la axila. Allí, también se reproducen y forman tumores. Este proceso se conoce como metástasis y, cuando existe, decimos que el tumor es maligno. Es entonces cuando podemos afirmar que existe un cáncer de mama en perros. 

 

Los tumores de mama caninos también pueden aparecer en los machos, aunque es muy poco común. 

 

Tipos de tumores mamarios en perras

 

Según el tejido de origen, estos son los principales tipos de neoplasias mamarias en perros:[2]

 

  • Glandular: afecta al tejido epitelial glandular de la mama. Es el más común y puede ser benigno (adenoma) o maligno (adenocarcinoma).

  • Ductular: es el tejido de los conductos mamarios el que forma el tumor. Puede ser benigno (papiloma) o maligno (carcinoma).

  • Mioepitelial: las células de músculo liso de las mamas se reproducen de manera descontrolada.

  • Mixto: está formado por diferentes tipos de células.

 

Además, según la gravedad y evolución, distinguimos entre:[2]

  • Tipo I: la masa se asemeja al tejido de origen, no se aprecian infiltraciones y se diferencian bien los tejidos tubulares.

  • Tipo II: se pierde la luz tubular y/o la masa invade el estroma circundante, pero no hay evidencia de la invasión de vasos sanguíneos o linfáticos. 

  • Tipo III: presencia de invasión linfática o vascular. 

  • Tipo IV: evidencia de metástasis. 

 

Causas del cáncer de mama en perras

 

Existen ciertos factores que pueden predisponer la aparición de tumores mamarios en perros:

 

  • Hormonas femeninas: fomentan el desarrollo y crecimiento de tumores. Por ello, la castración puede prevenir la aparición de cáncer de mama en perros.[3]

  • Edad avanzada: esta enfermedad tiene una mayor incidencia en perras de 10 años o más.[4]

  • Genética: en algunas perras existe cierta predisposición genética a sufrir cáncer de mama canino. Es una característica hereditaria, ya que aparece con más frecuencia en ciertas razas, como el poodle, el english cocker spaniels y el dachshund.[4]

  • Contaminantes medioambientales: ciertas sustancias presentes en el ambiente del perro se han relacionado con el cáncer de mama en perros.[5]

 

Síntomas de cáncer de mama en perras

 

Estos son los principales síntomas de tumores mamarios en perros:

 

  • Uno o varios bultos en las mamas.

  • La mama afectada secreta líquido a través del pezón.

  • Ulceración o enrojecimiento en la piel (a veces).

  • Pérdida de apetito.

  • Debilidad general.

  • Tristeza o depresión.

 

Diagnóstico del cáncer de mama en perras

 

El diagnóstico de tumores mamarios en perros se basa en la palpación de las mamas para detectar todos los posibles bultos. Además, es necesario palpar los nódulos linfáticos de las ingles y las axilas, buscando una posible metástasis.

 

El diagnóstico exacto solo puede realizarse tras la extracción del tumor, ya que consiste en una biopsia y citología del tejido afectado. Para ello, las muestras extraídas se envían a un laboratorio. Deben incluir todas las masas y parte del tejido normal, ya que la separaicón entre ambos es fundamental para diagnosticar el grado de invasión.

 

Así, según los procesos de diferenciación celular, la forma del núcleo, el grado de invasión y el tamaño del tumor, se define el grado de malignidad y el tipo de células que lo forman, algo fundamental para escoger un tratamiento. 

 

Tratamiento para el cáncer de mama en perras

 

El tratamiento de elección para los tumores mamarios en perros es la cirugía. Realizarla de manera precoz es fundamental para garantizar su éxito. Acude a tu clínica Mivet más cercana en cuanto detectes los síntomas mencionados. Contamos con veterinarios especialistas que ayudarán a tu mejor amiga a recuperar su salud y vitalidad.

 

La operación para el tumor de mama en perras consiste en la extracción del o los tumores. Aunque depende de cada veterinario, suele eliminarse la mama afectada más las 1 o 2 siguientes. A veces, también se extrae el nódulo linfático asociado o, incluso, toda la cadena mamaria. Se trata de un tratamiento profiláctico que tiene el objetivo de prevenir futuras reapariciones.

 

Además, en tumores avanzados puede recetarse quimioterapia, aunque no se ha demostrado una elevada efectividad.

 

Cuidados de una perra con cáncer de mama

 

Una perra con un tumor benigno solo necesitará una sepsis adecuada, antibióticos y antiinflamatorios para recuperarse del postoperatorio. Sin embargo, cuando el tumor es de grado II o superior, el animal puede necesitar quimioterapia, así como una monitorización por parte de su veterinario. Además, el tutor del animal debe esforzarse por darle el cariño, la tranquilidad y los cuidados que necesita.

 

Cuánto dura una perra con cáncer de mama

 

Los tumores de mama benignos son curables con una cirugía simple, por lo que la esperanza de vida de una perra con un tumor mamario de este tipo puede ser tan larga como si no lo hubiera tenido. Sin embargo, en ocasiones, el tumor puede volver a aparecer. 

 

Para los tumores malignos, la esperanza de vida de una perra depende del grado de malignidad y los órganos que se vean afectados. Un tumor de grado II tiene una esperanza de vida de 1 año tras la cirugía; mientras que un tumor de grado III y IV tienen un pronóstico de 3 meses tras la cirugía.[2]



Centros MiVet

Referencias:

  1. Salas, Y., Márquez, A., Diaz, D., & Romero, L. (2015). Epidemiological study of mammary tumors in female dogs diagnosed during the period 2002-2012: a growing animal health problem. PloS one, 10(5), e0127381.

  2. Polton, G. (2009). Mammary tumours in dogs. Irish Vet J, 62(1), 50-56.

  3. Beauvais, W., Cardwell, J. M., & Brodbelt, D. C. (2012). The effect of neutering on the risk of mammary tumours in dogs–a systematic review. Journal of Small Animal Practice, 53(6), 314-322.

  4. Zatloukal, J., Lorenzova, J., Tichý, F., Nečas, A., Kecova, H., & Kohout, P. (2005). Breed and age as risk factors for canine mammary tumours. Acta Veterinaria Brno, 74(1), 103-109.

  5. Andrade, F. H., Figueiroa, F. C., Bersano, P. R., Bissacot, D. Z., & Rocha, N. S. (2010). Malignant mammary tumor in female dogs: environmental contaminants. Diagnostic pathology, 5(1), 1-5.



Fuentes:

  • Polton, G. (2009). Mammary tumours in dogs. Irish Vet J, 62(1), 50-56.

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